1.- Nadie es perfecto. Todos tenemos virtudes y defectos,
capacidades y limitaciones, hacemos cosas bien y cosas mal. No pretendas ser perfecto, solo conseguirás frustrarte. Una cosa es
intentar mejorar ciertos aspectos de ti mismo, y otra, intentar ser perfecto.
No existe la perfección.
2.- Conócete a ti mismo/a, acepta cómo eres, con tus virtudes y tus defectos. No existen dos personas iguales, así que no olvides que eres único/a y excepcional, sólo tienes que encontrar tu esencia y aceptarla.
3.- Valora tus virtudes, son tuyas, son parte de ti mismo/a, te pertenecen y hacen que seas especial.
4.- Acepta tus defectos. Por lo general, los defectos que tienen las personas cuyas personalidades no son patológicas, son comprensibles. En vez de castigarte por ellos míralos como una oportunidad para crecer y evolucionar.
5.- Si quieres cambiar algo de ti mismo/a que no te gusta inténtalo sin agobios, sé flexible contigo mismo/a y sobre todo: no focalices tu atención en lo que no quieres sino en lo que quieres conseguir.
6.- Acepta que no le vas a gustar a todas las personas en éste mundo, no siempre se siente afinidad por cualquier persona. Lo importante es valorarse uno mismo y valorar aquellas personas que te quieren.
7.- Si alguien te menosprecia piensa que no es tu problema, es el suyo. No entres en su juego, la ignorancia es el mejor remedio.
8.- Fija metas en tu vida y prioridades. Que sean realistas e relevantes para ti, ésto es muy importante porque guía tu vida hacia objetivos que te motivan y movilizan. Aún así, no olvides que es más importante el camino que recorremos que llegar al destino en sí. Disfruta el momento.
9.- Procura ser consecuente con lo que sientes y lo que piensas, y si sientes una cosa y piensas otra, procura conciliar pensamiento con sentimiento porque las incongruencias repercuten en nuestro estado interno.
10.- Ten muy presente siempre que eres un ser único y debes empezar por valorarte a ti mismo/a, es el primer paso para que los demás te valoren. Esto no significa sentirse superior respecto los otros, sino dejar de compararse con los demás y valorarte como individuo único y especial.
3.- Valora tus virtudes, son tuyas, son parte de ti mismo/a, te pertenecen y hacen que seas especial.
4.- Acepta tus defectos. Por lo general, los defectos que tienen las personas cuyas personalidades no son patológicas, son comprensibles. En vez de castigarte por ellos míralos como una oportunidad para crecer y evolucionar.
5.- Si quieres cambiar algo de ti mismo/a que no te gusta inténtalo sin agobios, sé flexible contigo mismo/a y sobre todo: no focalices tu atención en lo que no quieres sino en lo que quieres conseguir.
6.- Acepta que no le vas a gustar a todas las personas en éste mundo, no siempre se siente afinidad por cualquier persona. Lo importante es valorarse uno mismo y valorar aquellas personas que te quieren.
7.- Si alguien te menosprecia piensa que no es tu problema, es el suyo. No entres en su juego, la ignorancia es el mejor remedio.
8.- Fija metas en tu vida y prioridades. Que sean realistas e relevantes para ti, ésto es muy importante porque guía tu vida hacia objetivos que te motivan y movilizan. Aún así, no olvides que es más importante el camino que recorremos que llegar al destino en sí. Disfruta el momento.
9.- Procura ser consecuente con lo que sientes y lo que piensas, y si sientes una cosa y piensas otra, procura conciliar pensamiento con sentimiento porque las incongruencias repercuten en nuestro estado interno.
10.- Ten muy presente siempre que eres un ser único y debes empezar por valorarte a ti mismo/a, es el primer paso para que los demás te valoren. Esto no significa sentirse superior respecto los otros, sino dejar de compararse con los demás y valorarte como individuo único y especial.
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